La irregular urbanización de la ciudad de Barahona
Por Julio gómez Feliz
El crecimiento y desarrollo urbano de la ciudad de Barahona, especialmente en el curso del siglo XX y lo que va del actual, se ha venido producido de una forma un tanto atípica e irregular.
Revisando un poco la historia de este pueblo, nos damos cuenta que casi a finales del siglo XIX, más precisamente en el año 18.., el gobierno del presidente Ulises Heureaux debió enviar a la población de Barahona a su Ministro de Guerra, el general... para convencer o presionar a los más connotados propietarios o poseedores de terrenos, a fin de que se desprendieran suscribiendo un acto de donación en favor del ayuntamiento local, de parte de las abundantes tierras en blanco que poseían en el entorno de la naciente ciudad.
La finalidad del gobierno era la de expandir el pueblo (o el Ejido, como le decían a la Común entonces), que hasta ese momento y ya convertido en distrito marítimo como paso previo para su posterior conversión en nueva provincia, era un reducido núcleo poblacional encerrado entre el embravecido Mar Caribe y la verde y extensa vegetación boscosa que se extendía a ambos extremos de la hermosa geografía barahonera .
Para llamarse Distrito Marítimo y poder calificar como provincia pocos años después, Barahona debía contar previamente con las instituciones oficiales y las. Debía además contar con el patrimonio inmobiliario que le servirían de soporte para alojar cuantas oficinas publicas de servicio exigía su proyectada eventual categoría politico-administrativa. Y por ello las acciones diligentes del gobierno de entonces (el de Lilis) de requerirles a los terratenientes barahoneros una cuota de terreno para el ensanchamiento del pueblo, que hasta ese momento no era otra cosa que un pequeño caserío de varias docenas de viviendas, en su totalidad de madera rústica de palma cana, del tipo o techo tradicional pentagonal, estilo cubano.
En ese momento varios moradores de Barahona obtemperaron al llamado del Presidente Lilís, y en conjunto suscribieron un acto de donación de parte de sus tierras a favor del ejido de Barahona, que es lo mismo decir del municipio. Y a partir de entonces se inició el levantamiento de las principales oficinas gubernamentales en la Común de Barahona.
Fue por ello que a una de las calles de la periferia, en la parte sur y en dirección este-oeste, una de las calles de la ciudad fue bautizada con el nombre de “calle los Donantes” o “calle Donantes”, y fue a partir de entonces cuando el municipio de Barahona comenzó a expandirse urbanisticamente en un territorio más amplio, gracias a aquellos bondadosos ciudadanos conocidos anónimamente como “los donantes”,
Y fue a partir de aquí que el ejido o el municipio –al que ya se comenzaba a denominar Santa Cruz-- inició un lento pero indetenible proceso de expansión urbana. Primero comenzó el levantamiento de casas de madera en su mayoría, desde los terrenos de la playa hacia el oeste. Y más tarde --a partir de la segunda década del siglo XX—siguieron a surgir edificaciones de concreto, por parte de inmigrantes, muchos de ellos extranjeros, llegados de la población de Rincón o Cabral y de Santo Domingo. Vinieron a Barahona para quedarse y dedicarse al comercio. Los llegados de Cabral era esa la actividad que hacían desde que se establecieron allí desde finales del siglo XIX.
A juzgar por lo que hoy se observa, puede afirmarse que –con limitadas excepciones--, desde la aparición de las primeras viviendas y del nacimiento de los primeros callejones y caminos públicos que al comienzo se conocían, hasta convertirse con el tiempo en las calles que tenemos hoy, en la ciudad de Barahona se han fomentado pocas edificaciones ajustadas a los mínimos criterios de ordenamiento urbano o de adecuada y requerida planificación propia de una ciudad en proceso de expansión físico y poblacional.
Y ahí está el problema actualmente. Los modernos planes de rediseño urbano que demandan pos tiempos actuales, como forma de reorientar a los pueblos del mundo por modelos adecuados de desarrollo, exigen nuevas reingenierías estructurales de las ciudades
El crecimiento y desarrollo urbano de la ciudad de Barahona, especialmente en el curso del siglo XX y lo que va del actual, se ha venido producido de una forma un tanto atípica e irregular.
Revisando un poco la historia de este pueblo, nos damos cuenta que casi a finales del siglo XIX, más precisamente en el año 18.., el gobierno del presidente Ulises Heureaux debió enviar a la población de Barahona a su Ministro de Guerra, el general... para convencer o presionar a los más connotados propietarios o poseedores de terrenos, a fin de que se desprendieran suscribiendo un acto de donación en favor del ayuntamiento local, de parte de las abundantes tierras en blanco que poseían en el entorno de la naciente ciudad.
La finalidad del gobierno era la de expandir el pueblo (o el Ejido, como le decían a la Común entonces), que hasta ese momento y ya convertido en distrito marítimo como paso previo para su posterior conversión en nueva provincia, era un reducido núcleo poblacional encerrado entre el embravecido Mar Caribe y la verde y extensa vegetación boscosa que se extendía a ambos extremos de la hermosa geografía barahonera .
Para llamarse Distrito Marítimo y poder calificar como provincia pocos años después, Barahona debía contar previamente con las instituciones oficiales y las. Debía además contar con el patrimonio inmobiliario que le servirían de soporte para alojar cuantas oficinas publicas de servicio exigía su proyectada eventual categoría politico-administrativa. Y por ello las acciones diligentes del gobierno de entonces (el de Lilis) de requerirles a los terratenientes barahoneros una cuota de terreno para el ensanchamiento del pueblo, que hasta ese momento no era otra cosa que un pequeño caserío de varias docenas de viviendas, en su totalidad de madera rústica de palma cana, del tipo o techo tradicional pentagonal, estilo cubano.
En ese momento varios moradores de Barahona obtemperaron al llamado del Presidente Lilís, y en conjunto suscribieron un acto de donación de parte de sus tierras a favor del ejido de Barahona, que es lo mismo decir del municipio. Y a partir de entonces se inició el levantamiento de las principales oficinas gubernamentales en la Común de Barahona.
Fue por ello que a una de las calles de la periferia, en la parte sur y en dirección este-oeste, una de las calles de la ciudad fue bautizada con el nombre de “calle los Donantes” o “calle Donantes”, y fue a partir de entonces cuando el municipio de Barahona comenzó a expandirse urbanisticamente en un territorio más amplio, gracias a aquellos bondadosos ciudadanos conocidos anónimamente como “los donantes”,
Y fue a partir de aquí que el ejido o el municipio –al que ya se comenzaba a denominar Santa Cruz-- inició un lento pero indetenible proceso de expansión urbana. Primero comenzó el levantamiento de casas de madera en su mayoría, desde los terrenos de la playa hacia el oeste. Y más tarde --a partir de la segunda década del siglo XX—siguieron a surgir edificaciones de concreto, por parte de inmigrantes, muchos de ellos extranjeros, llegados de la población de Rincón o Cabral y de Santo Domingo. Vinieron a Barahona para quedarse y dedicarse al comercio. Los llegados de Cabral era esa la actividad que hacían desde que se establecieron allí desde finales del siglo XIX.
A juzgar por lo que hoy se observa, puede afirmarse que –con limitadas excepciones--, desde la aparición de las primeras viviendas y del nacimiento de los primeros callejones y caminos públicos que al comienzo se conocían, hasta convertirse con el tiempo en las calles que tenemos hoy, en la ciudad de Barahona se han fomentado pocas edificaciones ajustadas a los mínimos criterios de ordenamiento urbano o de adecuada y requerida planificación propia de una ciudad en proceso de expansión físico y poblacional.
Y ahí está el problema actualmente. Los modernos planes de rediseño urbano que demandan pos tiempos actuales, como forma de reorientar a los pueblos del mundo por modelos adecuados de desarrollo, exigen nuevas reingenierías estructurales de las ciudades
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