Cuatro meses en prisión por la culpa de ser pobre

Lo acusan de sustraer una motocicleta, pero el acta de registro dice que no se le ocupo nada comprometedor
El joven Ernesto Alcántara Paniagua, de 27 años, cuyo caso será revisado este miércoles en el Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, lleva cerca de cuatro meses preso en La Victoria "por la única razón de ser pobre", según declaró su madre América Paniagua.
Fue apresado en la urbanización Los Ríos en horas de la madrugada y acusado después de haberse robado una motocicleta cuyo propietario asegura que localizó en el cuartel policial. El acta de registro de personas levantado establece que “no se le ocupó nada comprometedor”.
El propietario del vehículo, Edwin Arsenio de la Rosa Carpio, de 21 años, refirió que “los policías me dijeron que él lo llevaba apagado, ya que tenía un candado puesto en la cadena y cuando se lo machacaron no pudieron quitarselo”. Se trata de una motocicleta AX-100, color negro, sin placa.
Problemas de salud mental
América Paniagua declaró que su hijo tiene problemas de salud mental cuyo tratamiento estaba a cargo de un sicólogo y una orientadora de la iglesia Mononita de la avenida México, quienes preparaban su envío a un centro de tratamiento especializado en el kilómetro 28 de la autopista Duarte.
La orientadora Maribel Bueno y su esposo, el pasor del templo, explciaron sobre el caso a Demetrio Ramírez, el fiscal adjunto que hizo de representante de Obidio Cárdenas Ventura, procurador fiscal adjunto del Distrito Nacional y coordinador de la Fiscalía Barrial de Los Ríos.
Alcántara Paniagua trabaja ebanistería con su padre en un taller ubicado debajo del puente Matías Ramón Mella.
De acuerdo con su madre, el joven se pinta los cabellos de diversos colores con los productos de su hermana Yuderka Alcántara, estilista, que labora en el Salón Andrea y administra cosméticos en su vivienda del kilómetro siete y medio de la carretera Sánchez.
“Él hace eso como un lujo, pero no porque incurra en ninguna acción delincuencial. Nunca ha sido involucrado en caso raro”, dijo la madre de Alcántara Paniagua.
América seis hijos y crió otros dos que quedaron huérfanos. Su esposo, Joaquín Alcántara, ebanista, trabajó alrededor de ocho años en el taller que está debajo del puente Matías Ramón Mella, donde dejó a Ernesto y a Héctor Alberto, quien ahora tiene su propio taller en Los Alcarrizos.
Por: Redacción Z101
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