El dulce y discreto encanto del morbo; el relato de la trágica muerte de Miky Bretón.
Por: David Ramírez.
Barahona . - En las enseñanzas del cristianismo, en la lista de los Siete Pecados Capitales, la lujuria es el primer pecado mortal en la clasificación de los supuestos "vicios morales" que acompañan al hombre.
Para algunos líderes religiosos de la sociedad aquel desenlace fatídico que llevó a la muerte al productor de televisión Miky Bretón fue producto de un desorden sexual lujurioso y pagó con la vida sus supuestos “pecados”.
Para la mayoría de las religiones, “la lujuria” lleva algunos hombres a la búsqueda del placer propio sin medir las consecuencias, sin importar los riesgos.
Para los revolucionarios de izquierda, la búsqueda del placer carnal con una mujer no conlleva a ninguna “lujuria” ni nada pernicioso, tampoco amar a otro ser humano de su mismo sexo es pecado lujurioso, por eso creo firmemente en los derechos de los homosexuales a ser reconocidos y respetados en la sociedad.
No estoy de acuerdo con los supuestos parámetros morales que dictan las religiones en la sexualidad humana, considero que Miky Bretón sencillamente tuvo un mal día, el último, con una persona equivocada.
El caso Miky Bretón y su muerte a causa de una desavenencia homosexual con un chico cantante de reggaeton, estuvo acompañada de morbosidad desde el principio hasta el final en algunos medios de comunicación.
Muchas personas admiten en silencio que el morbo tiene sus discretos encantos y si está acompañado de esa supuesta "lujuria", mejor aún.
El morbo gusta a muchas personas
El morbo atrae, despierta curiosidad en todo nosotros, porque el morbo no es una perversión, es una actividad natural del ser humano.
En la rueda de prensa donde la Policía presentaba a la prensa el supuesto asesino del productor del programa “Relatos”, salió a relucir en algunas personas allí presentes el discreto encanto por los detalles morbosos del crimen.
En el rostro del relacionado público de la policía, el General Nelson Rosario, era visible observar su incomodidad con algunas preguntas capciosas que les formularon algunos periodistas. Se podría decir que el General Rosario estaba casi rogando para que no profundizaran más sobre algunos detalles del asesinato y evitar que se le escaparan declaraciones que comprometieran su carrera policial.
En algunos noticiarios y programas interactivos de la radio y de televisión se vieron a “respetadas personalidades” relatar crudamente y con lujo de detalles lo que desencadenó este crimen, con el único interés en despertar el morbo del público que los sintonizaba, sin importarle ni siquiera la hora en que se emitía su programa.
Con sus relatos prejuiciados sobre las preferencias sexuales de Miky Bretón, condenaron la memoria de la víctima al ostracismo.
La morbosidad y la “lujuria”, no es un asunto de pecado, es negocio para los empresarios de medios
Era un asunto de rating, porque los relatos morbosos, aquellos donde la supuesta “lujuria” ponen en riesgo la vida de quien lo realiza, captan mucha audiencia.
Para muchas de estas “personalidades” de la radio y la televisión esto era lo que Miky Bretón difundía cada domingo en su programa “Relatos”, ellos tienen sus excusas del porqué relataron su muerte de aquella manera.
Vaya ironía de la vida. Si MikY Bretón fue acusado una vez por incluir en algunos de sus relatos un poco de morbosidad, algunos dicen que también ellos lo podían hacer con su muerte.
Para estas “personalidades” el sexo y el morbo venden, no es asunto de pecado, es una forma más de hacer negocios.
Lograron su cometido, pero fue un triste espectáculo.
Miky Bretón ya no está vivo y los muertos no relatan su historia.
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