MIS SINCEROS DESEOS PARA: “CARA DE BETA”.
Por Elmer Bolivar González C. (protector_g@hotmail.com)
El archifamoso y no menos conocido “Cara de Beta”, ha acaparado en esta semana las primeras planas de los medios informativos de la República Dominicana y no necesariamente por la hazaña de haber salvado al mundo.
Según lo declarado por la policía, este señor salía diariamente a la ciudad de Santo Domingo, en compañía de un menor quien aun no ha sido identificado para la opinión pública, a buscar presas y ciudadanos a quienes robar. La noche del miércoles 5 de Agosto, una de sus víctimas fue la joven Kaisha Patricia Requena Gullón, quien al tratar de resistirse de él, resultó asesinada de varios disparos por este camaján.
He visto que de este funesto caso solo se ha reseñado la noticia, pero no se le ha establecido el análisis sociológico derivado a éste ya común y reincidente episodio criminal en la patria de Duarte.
Aunque es sabido que la policía dominicana gusta de presentar “culpables”, de algunos crímenes para mostrar celeridad y eficiencia, hago el cuestionamiento de entender si este hecho es producto de una delincuencia menor de manera aislada, o de una sistematizada red delincuencial que existe en Santo Domingo.
Al observar que el menor participante reside en la calle Doctor Defilló, número 17, de Los Praditos, y (Cara de Beta), vive en la calle Doctor Bentances número 95, del sector de Villa Francisca. Genero el cuestionamiento, de cómo se produce esa relación delincuencial para actuar en conjunto, de dos jóvenes con domicilios separados por 7 kilómetros de ciudad. Atino a establecer que este caso es el producto de una red criminal o una banda de maleantes.
Y establezco esto, pues generalmente este sistema de delincuencia opera con ramificaciones en toda la ciudad, en componendas y apoyo de policías, abogados, y fiscales blandengues.
Es sabido además, que el producto de esos robos es adquirido por mercados negros consolidados en la ciudad, los cuales compran desde las carteras de las victimas hasta sus celulares, documentos personales, tarjetas bancarias, prendas. Entonces cuestiono: se conformarán las autoridades con presentar con Cara de Beta y el Menor a solo dos eslabones de lo que seguro es una larga cadena?
En la sociedad dominicana, el 98% de los ciudadanos desconoce, cuales son las penas y reglamentaciones de los códigos legales. Se conoce de una manera muy débil y de orden empírico las penas del Poder judicial dominicano. El ciudadano sabe de las leyes cuando se ve envuelto en situaciones delictivas, por lo que determino que si mas bien las leyes están pertinentemente estructuradas, realmente la colectividad las desconoce.
Producto del desconocimiento de las leyes, de la permisividad de las autoridades y en el entendimiento de la mayoría de los individuos de perfil criminal, de que en el país se puede resolver cualquier transgresión a lo legal con unos cuantos pesos a la policía, a los abogados corruptos y a los fiscales, se ha apostado históricamente a que muchas veces el delincuente logra salirse con las suyas, lo que ha sido el gran incentivo en el crecimiento y meteórico aumento de la delincuencia.
En el sistema social y educativo no se enseña realmente lo que es bueno y lo que es malo, la enseñanza sobre valores morales y humanos ha sido un desastre; en los sectores urbanos y rurales del país casi todos entienden que con el poder de las influencias en la policía, la relación personal o partidista con los estamentos de poder político y judicial, todo se resuelve!.
Pregunto a los lectores: Cuantos jóvenes conocen ustedes con el perfil de Cara de Beta, que son vivos detonantes de ese nivel de violencia y delincuencia? A Cuantos policías habrá sobornado Cara de Beta?
Pregunto: cuál sería la capacidad delictiva de esos jóvenes delincuentes y apandillados que puedan evadir durante años la justica dominicana?. Qué nivel tecnificación y perfeccionamiento criminal lograrían si se les permite seguir operando?.
A Cuantos de esos jóvenes con características de “menores”, bien armados, motorizados y envenenados con pases de droga se le ha instruido alguna vez sobre los diez mandamientos bíblicos?.
Sostengo la tesis que así como se hace un sistema de prevención para las drogas o para las enfermedades de prevención sexual, en el país se debe hacer lo mismo para el fenómeno de la delincuencia. Una prevención dura, frontal y sin populismo, manteniendo a raya y en una cuarentena a aquellos focos delincuenciales que los organismos de inteligencia saben con exactitud de su localización. Al pensarlo fríamente determino que no existe un eficaz mecanismo social que actúe específicamente como elemento de erradicación para frenar a individuos como “Cara de Beta”, que decide vivir de cometer hechos delictivos, pues las autoridades llamadas a velar por la seguridad ciudadana y el cumplimiento de las leyes en los barios saben muy bien de estos monstruos, pero esas “Autoridades” consiguen lujosos sueldos extras permitiendo la operación de esos delincuentes.
En la actualidad, pensar en la ley de Talión “Ojo por Ojo y Diente por Diente”, resulta un tanto contraproducente y algo sanguinario, pero al pensarlo resultaría más efectivo y ejemplarizador aplicarlo a “Cara de Beta”, que solamente aupar una coerción de un año, que pudiese sucumbir ante la debilidad de las pruebas que comúnmente presenta la policía y la fiscalía, o debilitarse si este tiene un primo dirigente del algún comité de base.
Esta ley de Talión, chocaría de frente con los preceptos de los derechos humanos actuales, pero es preciso preguntar, si esos “derechos humanos” le sirvieron de algo a Kaisha la joven asesinada?.
Mis deseos para “Cara de Beta”, primero es que se pueda abastecer de algunos potes de vaselina y cebo e flande, para la funda que seguro cojera en el sistema penitenciario dominicano.
Le deseo que en su coerción y posterior condena, si es que lo declaran culpable, que las autoridades puedan aprovecharlo y lo saquen a dar un par de vueltas por los colmados de Villa Francisca y los praditos, y de frente lo ponga a delatar directamente a los delincuentes y el modus operandi de bandas que de seguro él conoce.
Mis más sinceros deseos para “Cara de Beta”, es que una transmisión simultánea en una cadena televisiva de espectro nacional, se le pueda dar en la explanada de La victoria, una semanal pela de fuetes hasta que pida perdón por haber acabado con una vida joven, valiosa útil y digna como la de Kaisha.
Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:
1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos
El archifamoso y no menos conocido “Cara de Beta”, ha acaparado en esta semana las primeras planas de los medios informativos de la República Dominicana y no necesariamente por la hazaña de haber salvado al mundo.
Según lo declarado por la policía, este señor salía diariamente a la ciudad de Santo Domingo, en compañía de un menor quien aun no ha sido identificado para la opinión pública, a buscar presas y ciudadanos a quienes robar. La noche del miércoles 5 de Agosto, una de sus víctimas fue la joven Kaisha Patricia Requena Gullón, quien al tratar de resistirse de él, resultó asesinada de varios disparos por este camaján.
He visto que de este funesto caso solo se ha reseñado la noticia, pero no se le ha establecido el análisis sociológico derivado a éste ya común y reincidente episodio criminal en la patria de Duarte.
Aunque es sabido que la policía dominicana gusta de presentar “culpables”, de algunos crímenes para mostrar celeridad y eficiencia, hago el cuestionamiento de entender si este hecho es producto de una delincuencia menor de manera aislada, o de una sistematizada red delincuencial que existe en Santo Domingo.
Al observar que el menor participante reside en la calle Doctor Defilló, número 17, de Los Praditos, y (Cara de Beta), vive en la calle Doctor Bentances número 95, del sector de Villa Francisca. Genero el cuestionamiento, de cómo se produce esa relación delincuencial para actuar en conjunto, de dos jóvenes con domicilios separados por 7 kilómetros de ciudad. Atino a establecer que este caso es el producto de una red criminal o una banda de maleantes.
Y establezco esto, pues generalmente este sistema de delincuencia opera con ramificaciones en toda la ciudad, en componendas y apoyo de policías, abogados, y fiscales blandengues.
Es sabido además, que el producto de esos robos es adquirido por mercados negros consolidados en la ciudad, los cuales compran desde las carteras de las victimas hasta sus celulares, documentos personales, tarjetas bancarias, prendas. Entonces cuestiono: se conformarán las autoridades con presentar con Cara de Beta y el Menor a solo dos eslabones de lo que seguro es una larga cadena?
En la sociedad dominicana, el 98% de los ciudadanos desconoce, cuales son las penas y reglamentaciones de los códigos legales. Se conoce de una manera muy débil y de orden empírico las penas del Poder judicial dominicano. El ciudadano sabe de las leyes cuando se ve envuelto en situaciones delictivas, por lo que determino que si mas bien las leyes están pertinentemente estructuradas, realmente la colectividad las desconoce.
Producto del desconocimiento de las leyes, de la permisividad de las autoridades y en el entendimiento de la mayoría de los individuos de perfil criminal, de que en el país se puede resolver cualquier transgresión a lo legal con unos cuantos pesos a la policía, a los abogados corruptos y a los fiscales, se ha apostado históricamente a que muchas veces el delincuente logra salirse con las suyas, lo que ha sido el gran incentivo en el crecimiento y meteórico aumento de la delincuencia.
En el sistema social y educativo no se enseña realmente lo que es bueno y lo que es malo, la enseñanza sobre valores morales y humanos ha sido un desastre; en los sectores urbanos y rurales del país casi todos entienden que con el poder de las influencias en la policía, la relación personal o partidista con los estamentos de poder político y judicial, todo se resuelve!.
Pregunto a los lectores: Cuantos jóvenes conocen ustedes con el perfil de Cara de Beta, que son vivos detonantes de ese nivel de violencia y delincuencia? A Cuantos policías habrá sobornado Cara de Beta?
Pregunto: cuál sería la capacidad delictiva de esos jóvenes delincuentes y apandillados que puedan evadir durante años la justica dominicana?. Qué nivel tecnificación y perfeccionamiento criminal lograrían si se les permite seguir operando?.
A Cuantos de esos jóvenes con características de “menores”, bien armados, motorizados y envenenados con pases de droga se le ha instruido alguna vez sobre los diez mandamientos bíblicos?.
Sostengo la tesis que así como se hace un sistema de prevención para las drogas o para las enfermedades de prevención sexual, en el país se debe hacer lo mismo para el fenómeno de la delincuencia. Una prevención dura, frontal y sin populismo, manteniendo a raya y en una cuarentena a aquellos focos delincuenciales que los organismos de inteligencia saben con exactitud de su localización. Al pensarlo fríamente determino que no existe un eficaz mecanismo social que actúe específicamente como elemento de erradicación para frenar a individuos como “Cara de Beta”, que decide vivir de cometer hechos delictivos, pues las autoridades llamadas a velar por la seguridad ciudadana y el cumplimiento de las leyes en los barios saben muy bien de estos monstruos, pero esas “Autoridades” consiguen lujosos sueldos extras permitiendo la operación de esos delincuentes.
En la actualidad, pensar en la ley de Talión “Ojo por Ojo y Diente por Diente”, resulta un tanto contraproducente y algo sanguinario, pero al pensarlo resultaría más efectivo y ejemplarizador aplicarlo a “Cara de Beta”, que solamente aupar una coerción de un año, que pudiese sucumbir ante la debilidad de las pruebas que comúnmente presenta la policía y la fiscalía, o debilitarse si este tiene un primo dirigente del algún comité de base.
Esta ley de Talión, chocaría de frente con los preceptos de los derechos humanos actuales, pero es preciso preguntar, si esos “derechos humanos” le sirvieron de algo a Kaisha la joven asesinada?.
Mis deseos para “Cara de Beta”, primero es que se pueda abastecer de algunos potes de vaselina y cebo e flande, para la funda que seguro cojera en el sistema penitenciario dominicano.
Le deseo que en su coerción y posterior condena, si es que lo declaran culpable, que las autoridades puedan aprovecharlo y lo saquen a dar un par de vueltas por los colmados de Villa Francisca y los praditos, y de frente lo ponga a delatar directamente a los delincuentes y el modus operandi de bandas que de seguro él conoce.
Mis más sinceros deseos para “Cara de Beta”, es que una transmisión simultánea en una cadena televisiva de espectro nacional, se le pueda dar en la explanada de La victoria, una semanal pela de fuetes hasta que pida perdón por haber acabado con una vida joven, valiosa útil y digna como la de Kaisha.
Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:
1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos
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