La ley de partidos políticos: Un pastel del que todos quieren comer.
Por: David Ramírez.(Colaborador).
La Cámara de Diputados aprobó recientemente en primera lectura el proyecto de Ley de Partidos y Agrupaciones Política, aunque el mencionado proyecto fue devuelto mas tarde tras una bulliciosa sesión, a una comisión especial para ser analizadas las quejas y sugerencias.
No podemos negar que el proyecto tiene algunos avances, como son fiscalizar los fondos que reciben los candidatos, regular los tiempos de campañas, castigar el "transfuguismo" político, etc. Pero este proyecto se queda corto en muchos aspectos y debe ser reforzado, junto con una nueva ley electoral que evite el fenómeno de las "las franquicias" políticas que tanto daño le hace a la sociedad.
Aunque el proyecto establece artículos para regularizar las finanzas de los partidos, estos artículos son muy tímidos y confusos al no esclarecer los mecanismos que utilizará la junta para supervisar estos financiamientos y la regularización de las primarias internas de los partidos.
Ya el Presidente de la Cámara Administrativa de la Junta, Roberto Rosario, dejó en claro estos escollos, principalmente en lo que concierne al origen de los fondos para organizar las primarias de tantos partidos reconocidos por la ley electoral, lo cual impactaría bastante en el presupuesto de la JCE.
Los mas enojados con este proyecto son los denominados "partidos minoritarios”, que están conformados por un grupito de vedettos político que, en unas elecciones sin alianzas, juntos no sacarían ni el 1% ,(algunos de estos partiditos nunca han acudido sólo a unas elecciones), pero que, tras participar en varias elecciones como bisagras de partidos mayoritarios, han venido recibiendo cuantiosos recursos de la junta y de grandes empresarios comprometidos con la corrupción y el debacle de nuestra economía.
Estos "partidos minoritarios" convierten la cita electoral en un carnaval de mal gusto, porque en los días previos a la consulta popular, los dirigentes de estos grupitos venden el apoyo de la franquicia como plátano de ventorrillo a cualquier postor.
El proyecto de ley de partidos y la ley electoral deben ser reforzadas con leyes que obliguen a estos "partidos minoritarios" acudir sólo a una cita electoral antes de acordar alianzas en futuras elecciones presidenciales o congresionales.
No es cierto que una ley de este tipo, crearía injusticias al privar algunos movimientos regionales legítimos y populares el acceso a unas elecciones más democrática y participativa.
Lo que está en juego es el pastel en el cual los partidos mayoritarios se lleván la mejor tajada (un 80& de los recursos) y los "minoritarios" (un 20% de los recursos) la sobra. Esta es la razón del conflicto con el mencionado proyecto.
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